Busca hoteles en Tiraspol

La gente es super amable y predispuesta. Casi todo el mundo solo habla ruso o ucraniano, pero se hacen entender y tienen voluntad de ayudarte. Hay bastantes cosas para hacer en la ciudad y en las afueras. No hay mucho taxi en la calle y el sistema de transporte público es SUPER antiguo, pero en el hotel podes pedir un taxi sin problema. Nosotros caminamos para todos lados. Restaurantes hay de todo tipo, más locales con comida típica o lugares modernos e incluso bastante caros. Recomiendo porbar vino de la zona, ya que se produce localmente. Cambiar Euros o Dolares por rublos Trans fue super facil, hay muchos lugares para hacerlo. Nosotros no sentimos inseguridad en ningún momento, de echo caminamos por la calle incluso durante la madrugada y no pasa absolutamente nada.

Es un sitio desde el punto de vista histórico y geopolítico, así como por los anacronismos comunistas, pero la ciudad en sí no tiene nada en especial, parecida a casi cualquier otra ciudad exsoviética. Por otro lado, es una cuidad muy segura y limpia dentro de la fealdad de los viejos edificios soviéticos y el mal mantenimiento de calles y aceras.

Está región tiene su propia moneda y las tarjetas bancarias extranjeras no son aceptadas entonces hay que pagar en efectivo en todas partes. El tipo de cambio de la moneda está fijado por el Gobierno local así que todas las casas de cambio y bancos tienen la misma cotización. El conglomerado sheriff tiene el monopolio de los supermercados entonces solo puedes ir al supermercado Sheriff donde hay poca variedad de productos. La gran mayoría de lugares de interés y monumentos están sobre la avenida principal. Recomiendo visitar la cantina Soviética que están en la calle Lenin. Hay un monasterio al sur de Tiraspol y hay que tomar un autobús que sale al otro lado del río cruzando el puente. Se tarda 10 minutos y cuesta 4 rublos. Otro lugar muy interesante en las afueras de Tiraspol es la fortaleza de Bender. Se llega con el autobús 19 o 19A.